Bansir, el fabricante de carros de la ciudad de Babilonia, se sentía muy desanimado. Sentado en el muro que rodeaba su propiedad, contemplaba tristemente su modesta casa y su taller, en el que había un carro sin acabar, cuando llego un amigo de él, el cual era músico y se llamaba Kobi y le dijo que porque se encontraba sin hacer nada que a lo mejor tenía su bolsa llena de shekels a lo que él le contesto que no tenía ni un solo y que si tenía a lo mejor le prestaría y que quería saber como el amigo de toda la infancia era rico. Vayamos hoy a ver a Arkad dijo Bansir-. Pidamos a los amigos de nuestra infancia que tampoco han triunfado que se unan a nosotros y que compartan con nosotros esa sabiduría. Eres en verdad un amigo considerado, Bansir. Por eso tienes tantas amistades. Haremos como dices. Vayamos hoy a buscarlos y llevémoslos con nosotros.
Cuando el buen rey Sargón regresó a Babilonia después de derrotar a sus enemigos se encontró con una seria situación en Babilonia. El Canciller real se la explico de esta manera:
Le indico que después de muchos años de gran prosperidad, ahora las personas estaban sin empleo, los agricultores no vendían sus productos y que el pueblo no tenía suficiente dinero para comprar comida. Entonces el Rey pregunto ¿Pero a donde fue el dinero que gastamos en estas grandes mejoras?. El canciller le contesto que se había ido el dinero a unos pocos ricos del pueblo, por lo que el Rey de dijo al canciller si él conocía alguno de ellos y el canciller le dijo que si, él conocía a Arkad, por lo que el Rey pidió verlo y así paso al siguiente día, estuvo Arkad frente al Rey y él le pregunto si él era el hombre más rico de Babilonia a lo que él contesto así se rumora mi majestad, le pregunto también como llegaste a ser tan rico y él le respondió..Sacando ventaja de las oportunidades accesibles a todos los ciudadanos de la ciudad, a lo que el rey le pido si fuera posible que él impartiera su conocimiento a los maestros del pueblo
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