jueves, 28 de marzo de 2013

El coronel no tiene quien le escriba "Gabo"






El coronel no tiene quien le escriba” es el relato de una historia de un coronel que lleva toda la vida esperando una pensión, y su mujer, que, esperando una pensión del , luchan por sobrevivir en una Colombia afectada por la posguerra, la represión y la censura del gobierno. 

Van malviviendo como pueden, vendiendo sus últimos bienes, y con un cargo de más, un gallo, herencia de su hijo muerto que necesita ser alimentado, y que el coronel se empeña en conservar para 

  mediante las peleas de va pasando, y todos los Viernes el coronel va al puerto en busca de nuevas sobre su pensión, pero nunca llegan, finalmente la desesperación puede con él y con su mujer, pero la pensión no llega. 

La estructura del libro es lineal, el tiempo en que transcurre son apenas unos meses y el final es cerrado, se sabe que la pensión no ha llegado y no llegará nunca. 

Fue escrito por Gabriel García Márquez en 1957, y en realidad es una forma que tiene el autor de exponer su descontento sobre la situación por la que pasaba Colombia en aquella época, de continuas luchas entre las guerrillas formadas por el pueblo que luchaban contra el gobierno, sobre todo en la época comprendida entre 1949 y 1953, en la que murieron gran cantidad. 

En el libro no dejan de aparecer elementos que nos dejan ver aquella situación, por ejemplo nos habla de la censura, por ejemplo cuando al coronel le dejan un papel con una tesis de lo que realmente ha estado pasando en el país en los últimos 10 años y que los periódicos no han publicado, hay toque de queda por las noches, e incluso algo que me ha parecido muy curioso y también bastante ridículo, es cuando el sacerdote tocaba las campanas de la iglesia para calificar la película que se iba a emitir por la televisión, si daba doce campanadas, el significado era que la película era, como no, desaconsejada para todos. 



Sobre el personaje del coronel no se nos cuentan muchas cosas, ni siquiera se sabe el nombre, y su pasado solo se deja translucir, luchó en el bando del gobierno,”se dejo el cuero”, como dice el libro y cuando transcurre el libro, espera desesperadamente el cobro de una pensión que le habían prometido y la cual llevaba esperando durante mas de 15 años. Así, todos los viernes sale a esperar el barco que trae la correspondencia, pero viernes tras viernes no recibe ninguna carta (de ahí viene su título, de una frase que el pronuncia al no tener correspondencia) vuelve a casa decepcionado. Su mujer, a lo largo de la narración de lo que trata es de subsistir, economizando al máximo y de maneras increíbles la economía de la casa. Pero esto no es suficiente, y poco a poco tienen que ir vendiendo sus pertenencias, eso si, ocultando que lo hacen para sobrevivir, ya que es algo que les da mucha vergüenza, aunque poco a poco la gente lo va descubriendo y apiadándose de ellos. 

Pero la necesidad de dinero choca en cierto modo con el orgullo del coronel, que tiene un gallo, perteneciente a su hijo Agustín, asesinado anteriormente, y que lo cuida y mantiene, a duras penas, como dice el libro quitándose comida de la boca para dársela al gallo. Lo que no se sabe muy bien son los intereses por los que lo cuida, si es por orgullo de tener un gallo hermoso al que todo el pueblo admira, y que puede ser exhibido en las peleas de gallos, o si por el contrario sus intereses son meramente económicos. Primeramente se decanta mas por la segunda opción, pero según va transcurriendo el libro, y sobre todo al final, el coronel parece más interesado por la primera opción, incluso decide que el gallo no se vende sino que se usará para apostar en las peleas, lo q también tiene un objetivo económico. Esto desespera a su mujer que casi termina enloqueciendo. 

Algo que me ha llamado la atención del libro es cómo mezcla algunos elementos fantásticos o surrealistas, como la aparición de muertos, sin darle ningún tipo de importancia, como si no fuera un fenómeno extraño y se tratara de un hecho cotidiano. 

Otra cosa también curiosa es que Gabriel García Márquez mezcla en esta novela un personaje y el escenario de otro libro suyo, “Cien años de soledad”. Nos habla del general Arcadio Buendía, y de Macondo, aunque éstas apariciones son intrascendentes y no hace falta haberse leído su otro libro para la comprensión del argumento. 

En resumen, el libro es una denuncia por parte del autor que ve como su país natal se mata por las guerras. Este es un tema que hoy en día, 40 años mas tarde, aproximadamente, todavía está latente, puesto que en Colombia siguen las guerrillas, las matanzas, la pobreza y el descontento general del pueblo, situación que a todos nosotros nos pasa desapercibida y a la que los medios de comunicación no prestan demasiada atención, como bien dice el libro:”Para los europeos América del sur es un hombre de bigotes, con una guitarra y un revolver”, y en mi opinión es cierto, nunca nos preocupamos de lo que pase en Sudamérica, mientras nos preocupamos en otras cosas menos importantes. 

Es un libro pesimista, no siendo de extrañar dado del tema del que trata, pero no se hace pesado de leer ni de comprender puesto que lo primero, es breve, y lo segundo, está narrado de una forma fluida y en cierto modo amena, ligera. 

En mi opinión es un libro normal, ni muy bueno ni muy malo. En líneas generales, me ha gustado y me ha hecho “recordar” la situación penosa de Colombia tanto en el pasado como en nuestros días. 

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